Este capítulo trata sobre la representación de la
alteridad en general y en la historia del cine.
Los aspectos que llamaron mi atención son los siguientes:
„El
ojo que mira a través del objetivo de una cámara no es un ojo objetivo y
neutral,
sino
que está cargado de ideología, actitudes, prejuicios y valores.
De
todas formas, en los balbuceos expresivos del cine en su primera época aún no
se
había
incorporado la experiencia de la mirada como síntesis superadora de la visión,
a
la
que complementa con una carga semántica e ideológica. Cuando, además de ver,
proyectamos
nuestras creencias, actitudes, valores e ideología, convertimos esa visión
en
mirada, como hacían los antropólogos del XIX o los conquistadores del Nuevo
Mundo
en la época de los brandes descubrimientos.”
Además, el cine y los medios, todo lo que
vemos en nuestro alrededor, nos afectan más de lo que pensamos.
„La
personalidad se construye a partir de una serie sucesiva de identificaciones.
Las
identificaciones
se producen a partir de modelos que se viven como gratificantes.
Teniendo
en cuenta la capacidad de los medios de masas de convertir en gratificantes
los
modelos que presenta, habrá que concluir que de la sociedad mediática provienen
muchos
de los modelos humanos que acabamos interiorizando como positivos. La
importancia
de los modelos o mitos socialmente disponibles es capital, porque es con
ellos
como se construye el imaginario colectivo, y es mediante este imaginario como
alimentamos
nuestro espíritu y vamos configurando nuestra identidad. La cultura nos
marca,
para bien o para mal, al imponer como modelos unas determinadas
representaciones
humanas.”
Y
„Identificamos
nuestro «yo» porque reconocemos la existencia del «otro». Somos
concientes
de nuestra individualidad existencial y también de un yo colectivo de
pertenencia,
un «nosotros», con el que nos sentimos identificados. Todo lo que queda
fuera
de la red afectiva, ideológica, religiosa, profesional… del nosotros
constituirían
los
Otros.”
El tema de la autoidentificación me recuerda al temario del primer cuatrimestre y a las teorías de Castells, me parece un tema muy actual,
porque en estos días los niños y adolescentes encuentran los modelos humanos en la red también,
así que los modelos que ven como gratificantes pueden venir desde cualquier
lugar de la tierra y los modelos diferentes de las culturas diferentes también se
mezclan entre todos.
Reaparece también la lógica de figura-fondo:
„Los
significados que construimos sobre las imágenes nos revelan un mundo, al igual
que
nos ocultan otros mundos posibles (ésa es la grandeza y la miseria de las
imágenes).
Los factores individuales (historia personal, competencia decodificadora,
ideología…)
interactúan con los sociales (estereotipos, ideología dominante, cultura,
religión…).
Cualquier imagen es una fuente inagotable de significados. Nuestra
adscripción
a un determinado grupo humano de referencia va a consolidar unos
significados
en detrimento de otros, delimitando las posibles connotaciones que son, al
fin
y al cabo, patrones de cultura o de costumbres sociales como especiales formas
de
percibir
e interpretar la realidad en que se vive.”
Quiero presentar aquí de nuevo algunos fotos de
una exposición sobre los gitanos en Hungría, con el desarrollo de algunas reflexiones.
Una obra de arte realmente existe por su
relación con el espectador. Es también una condición de la interpretación del arte:
si la obra de arte es aceptada como tal por el espectador, es arte.
Las fotos de esta exposición carecen de las
características de una obra de arte, no se han mejorado o cambiado en una
manera notable: son fotos de personas diferentes con ropas diferentes y no más.
Lo que quiero decir es, que si en estas fotos las personas fuesen no especifícas y no gitanos, ¿justificaríamos la existencia de la exposición? O tal
vez, diríamos que ¿„vamos, tú no puedes considerar algunas fotos de personas con ropas diferentes como obra de arte”?
¡Las fotos nos dicen algo porque perdimos la
conexión con la realidad! ¡La realidad es que, los gitanos son gente como nosotros:
gitanos de clases diferentes, con ropas diferentes, con carreras diferentes,
con trasfondos sociales diferentes!
Lo que es horrible es que la exposición tiene
relevancia, porque tenemos prejuicios, stereotipos que necesitamos
desafiar.
Creo que por eso, el título de la exposición es
„Ninguna imagen es inocente”…
se refiere al espectador…a nosotros, los cuales convertimos la visión en mirada.
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